miércoles, noviembre 01, 2006

O z o g o c h e

Feliciano Bejarano Remache
Comunidad de Ozogoche Alto, Provincia de Chimborazo, Ecuador
(Traducción del kichwa al español: Bolívar Yantalema)
> Escuchar [Laguna Ozogoche.mp3]

Nos cuenta que cerca a su comunidad se encuentran tres lagunas muy hermosas, que llevan los nombres de Cubillin, Maktayan y Waylla Kucha o laguna verde. La primera y la segunda eran conocidas como las más bravas. Antiguamente, el entorno geográfico de las lagunas era de montañas vírgenes o “aucas”, inhabitadas, abandonadas. Había abundante lluvia y las partes más altas estaban cubiertas de nieve. En un período especial del año, el mes de septiembre, pasaban durante la noche y el día grandes bandadas de hermosos pájaros denominados cubibic, que al parecer venían desde la costa, aunque no se sabía con precisión su origen; llegaban y pasaban gorjeando juntos de una manera melodiosa y armónica. Según Feliciano, se dice que estos pájaros acudían al llamado del dios o espíritu de la montaña, llamado Manuel Soroche (ozogochipi hatun mamapachami kan), quien mediante la propagación de un gran estruendo y la luminosidad de un relámpago llamaba a los cubibic.

La mama Cubillin era una hermosa laguna, de la cual se dice que era cuencana; en ella se alzaba imponente un arco iris muy grande de una altura aproximada de un kilómetro. La gama de colores, la abundante lluvia, la neblina, los vientos, los huracanes y los fuertes oleajes que se producían con mayor intensidad a media noche en el sector de la mama Cubillin, causaban asombro y temor en las personas. Los niños se preguntaban: ¿qué irá a pasar?, ¿habrá algún terremoto?

Según Feliciano, esto sucedía para la llegada de los cubibic, como pago de las apuestas del juego entre montañas (urku chunkaymanta). Entonces los tayta, los jóvenes y los niños, conocedores de este acontecimiento natural, al día siguiente se trasladaban a las lagunas muy temprano, a eso de las 4 de la mañana, para recoger la mayor cantidad posible de cubibic que se habían sacrificado en el lago. En ese entonces cogían entre 100 y 200 aves. Este fenómeno sucedía especialmente en la laguna verde, que mide aproximadamente un kilómetro de largo por ocho cuadras de ancho.

Feliciano explica, además, que desde hace tres años consecutivos se vienen celebrando fiestas en este paraje andino, a donde acuden muchos turistas y curiosos, pero ahora ha disminuido la lluvia y el fenómeno mismo no se produce con mucha claridad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nuestra cultura es milenaria y energética en toda su dimensión. Soy indio saraguro y les felicito por esta magnífica exposición. Es un encuentro con nuestros espíritus.